lunes, 6 de junio de 2011

Saber...se

El caso es saberse uno mismo, como quien se sabe una lección de carrerilla, o una canción, o el padrenuestro. Pero en estos casos, querer empezar por la mitad es inútil, no te la sabes tan bien... necesitas empezar desde el principio, para que el ritmo interno te tire de la memoria y las palabras vayan saliendo solas.

Con la propia vida es parecido, crees que te sabes, pero como te quedes parado pierdes el hilo, no sabes seguir porque has perdido la inercia que llevabas. Necesitas empezar de nuevo, desde el principio, desde la línea 1 del texto. El problema es que leíste esa línea hace... ¿cuánto hace que leíste esa línea? Además, en la época en que la escribiste aquella frase tenía sentido, pero ¿por qué hoy no la entiendes, no te dice nada, ni siquiera te crees que fuese tuya?

Es como esas veces que, de repente, una palabra cualquiera te resulta extraña, como si no la hubieras escuchado nunca. De repente, “murciélago” o “jardinería” te suenan a chino mandarín; de repente, la propia vida parece extraña, ajena, y lo peor es la sorpresa, porque se supone que uno mismo se sabe de memoria, y resulta que no, que te has olvidado de cómo eres, de quién eres...

Qué vergüenza, no saberse, ¿y si te preguntan, como en la escuela? ¿Y si descubren que no te sabes, que no te has aprendido todavía? Pero, ¿cómo estudiarse, como memorizarse o, aún más complicado, cómo entenderse?

No memoricéis, alumnos, dicen los profesores, comprended el significado de lo que ahí está escrito y se os quedará dentro, pero, ¿cómo se comprende el propio texto que uno ha ido escribiendo, lleno de tachones, tippex, folios arrugados, anotaciones al margen, manchas de café y lágrimas? Porque no ha habido tiempo para pasarlo a limpio, porque no podemos parar de escribir folios nuevos que no nos dejan releer los antiguos... porque como no entendemos la explicación de los profesores que son el mundo y la vida, tomamos en los apuntes lo poquito que somos capaces de descifrar, y eso no hay manera después de comprenderlo, ni memorizarlo, ni a veces tiene demasiado sentido.

Has perdido el hilo, eso es, basta con seguir la lectura y te enterarás de qué va la historia... ¿y si la historia no te gusta? ¿y si paraste de leer precisamente porque no querías seguir el argumento? Ojalá pudieras avanzar varias páginas de golpe y descubrir ahora mismo quién es el asesino, como en las novelas de misterio, pero sabes que no puedes, y que aunque el final no te guste hay libros que no se pueden dejar a la mitad, como el de tu propia vida.

Saberse, saberse... los demás aparentan saberse bien, llevan años demostrando a los otros que se saben, pero la mayoría copian o utilizan chuleta, porque no se saben, nadie se sabe en realidad. ¿O sí? Y eso es lo peor, ¿y si eres tú el único que aún no se ha aprendido a sí mismo, el más torpe de la clase? ¿Se puede repetir curso en la escuela de la vida? Algunos dicen que sí, pero el precio de la matrícula se duplica, o se triplica...

2 comentarios:

  1. No creo que la gente sepa el verdadero argumento de su vida,creo que los que se lo creen es que saltan varias paginas por que no les interesa el verdadero argumento solo leen y leen y no piensan,por que no quieren sufrir

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, eso mismo es lo que yo pienso, pero cuando lees con detenimiento te llevas varias sorpresas... gracias por el comentario :)

    ResponderEliminar